Acorazada o Blindada

¡No son lo mismo!

Muchos clientes tienen dudas acerca de las diferencias entre una puerta blindada y una puerta acorazada.
Debido al uso de términos como "puerta blindada", "puerta semi-acorazada", "puerta acorazada" se crea confusión entre los particulares que no siempre saben qué puerta protege más o cuál es la diferencia sustancial entre estos dos tipos de puertas de seguridad.

Una puerta blindada es una puerta de entrada cuya estructura, tanto del marco como de la hoja de la puerta, está fabricada en madera. Son puertas poco resistentes que suelen contar con algunos refuerzos de hierro pero que no logran contener todos los ataques externos y que además son muy conocidas por los ladrones.
Las puertas blindadas suelen incluir cilindros, cerraduras y cerrojos poco resistentes, que no soportan ataques profesionales y muchas veces tampoco ataques de ladrones poco experimentados. Un ataque con una palanca puede romper fácilmente estos componentes provocando el asalto a la vivienda en poco tiempo.
Las puertas blindadas son puertas más resistentes que las puertas de entrada habituales de cualquier vivienda pero, por sus características y por su construcción, no son puertas capaces de frenar muchos de los robos.
La puerta blindada cuenta con una chapa de hierro en su interior para reforzar la seguridad pero la estructura hace que los ladrones oportunistas puedan forzarla de manera rápida.
Tienen un baja resistencia frente a ladrones con cierta experiencia, demostrando que el término "blindada" queda muy lejos de lo que los clientes se imaginan en un principio.

Una puerta acorazada por el contrario, es una puerta fabricada en acero y diseñada con placas de madera con una función puramente estética. Una puerta acorazada es mucho más resistente que una puerta blindada, ya que los materiales de fabricación y los complementos de seguridad tienen mayor calidad y resistencia ante los ataques de los ladrones profesionales.
El término "acorazada" no es tan conocido como blindada, pero en este caso hablamos de una puerta con materiales superiores en términos de resistencia y que se adapta perfectamente en el apartado estético.
Las puertas acorazadas tienen la virtud de ser más resistentes que las blindadas porque tienen unos refuerzos y un blindaje diferentes. En las puertas acorazadas, la integración de la cerradura, los pernios y los cerrojos en la estructura provoca que ésta sea más resistente, no como en las puertas blindadas No obstante, no todas las puertas acorazadas son iguales sino que tenemos diferentes tipos dependiendo del tipo de blindaje, refuerzos de seguridad o tipos de cerraduras.
Cada fabricante elige la construcción de su puerta acorazada aplicando refuerzos de seguridad pero, lo más importante es la certificación y los ensayos de seguridad porque son los que demuestran hasta que punto una puerta acorazada puede frenar el ataque externo.

En 2013, la normativa española UNE-85160 dejó de diferenciar entre los términos de puertas acorazadas o puertas blindadas y pasó a denominarlas como puertas de seguridad.
Estas puertas se basan en el grado de seguridad y resistencia frente a ataques y están certificadas mediante ensayos y normativa. No obstante, los usuarios siguen buscando puertas acorazadas y puertas blindadas en lugar de puertas de seguridad, términos relacionados entre si.

CLASIFICACIÓN DE PUERTAS SEGÚN LA NORMATIVA UNE 8516:2013
Las puertas según esta normativa se clasifican en función de 6 aspectos:

- Resistencia de la estructura a la efracción (común a la norma UNE-EN 1627:2011): Grados del 1 al 5.
- Protección de los elementos de cierre frente a ataques manuales: Grado A, B o C.
- Protección de la llave y el cilindro frente a ataques no violentos: Grado 0 o 1.
- Nivel de seguridad de los accesos: Grado 0, A, B o C.
- Nivel de detección de acceso no autorizado y ataque: Grado 0 o 1.
- Método de instalación: Grado 0, A o B.
Como resultado, obtendremos una clasificación de 6 dígitos. Para simplificar, solemos fijarnos en los dos primeros, que reflejan la resistencia a la efracción (rotura de la puerta) y a los ataques a los elementos de cierre.

GRADOS DE RESISTENCIA DE LA ESTRUCTURA A LA EFRACCIÓN
Grado 1: sin resistencia frente a un ataque de fuerza.
Grado 2: la puerta resiste, durante 3 minutos, a ataques con destornilladores pequeños (menos de 25 cm), mordaza de tubos, cuñas de plástico y madera, alicates, mazo de caucho y cuchillo.
Grado 3: resistencia, durante 5 minutos, a las herramientas anteriores más pata de cabra (máximo 70 cm), martillo cerrajero (máximo 200 gr) y cinceles.
Grado 4: resistencia durante 10 minutos a las herramientas de los grados 2 y 3, más cortafríos (25 cm), formón (35 cm), tijeras de cortar chapa, maceta (1,25 kg), hacha, taladro inalámbrico con brocas HSS O HS/CO (hasta 13 mm).
Grado 5: resistencia de 15 minutos frente a todas las herramientas anteriores, más amoladora de 1.100 w y discos de 125, sierra de sable de 1.100 w, y taladro de 650 w con brocas de punta de carburo.

GRADOS DE RESISTENCIA DEL SISTEMA DE CIERRE FRENTE AL ATAQUE MANUAL
Grado A: el sistema de cierre resiste a un ataque con extractor de cilindros, mordazas de presión, rompe bombines, tornillos de extracción, tubos de acero, ganzúa magic key e imán de neodimio.
Grado B: todas las herramientas anteriores más ataque con taladro.
Grado C: las herramientas de los grados A y B, más amoladora recta, broca de carburo y fresa en espiral de acero dura.
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